Vivimos en una sociedad que quiere ser libre, que dice querer evolucionar, pero el pensamiento y las costumbres aún siguen siendo tradicionales y muy conservadoras. Vale la pena recordar que este flagelo se reproduce a nivel mundial teniendo en cuenta que en tan solo quince países del mundo permiten la adopción homoparental y en muchos el debate aún no comienza.
En Colombia se convirtió en una disputa liderada por la iglesia católica en un bando y la sociedad LGBTI en el otro, dejando de lado lo más importante que es el derecho del menor a tener una familia, ser aceptado y querido y no marginado en un centro de adopción.
No existen evidencias científicas que demuestren que las orientaciones sexuales de los padres influyen en las tendencias o comportamiento sexual del menor, si esto fuese cierto no existirían tantos homosexuales con familias heterosexuales. La adopción igualitaria puede llegar a ser exitosa si se estudia muy bien el comportamiento y procedencia de la pareja que quiera adoptar y si se hace un seguimiento cercano en pro de que nuestra niñez este protegida, porque sin duda alguna ellos son el eje central de esta discusión.
Lo único cierto es que esta batalla legal apenas comienza, tal vez pasarán varios años antes de que pueda llegar a ser considerada, mientras tanto seguiremos negandole la posibilidad a un menor de tener un hogar, una familia.
Por: EDWIN MELO Redacción Marginados
No hay comentarios:
Publicar un comentario