martes, 10 de febrero de 2015

Alvaro Uribe, el perseguidor de la vida



Incoherente y poco sagaz es la estrategia del ex presidente Alvaro Uribe al declarar como perseguidos políticos a todos los integrantes de su partido político Centro Democrático, mientras busca apoyo y refugio en el extranjero, sigue lanzando acusaciones que dejan mucho que desear. En  una de sus últimas intervenciones Uribe busco minimizar la marcha que tiene programada Antanas Mockus, Doctor Mockus no nos invite a marchas por cuya promoción Santos le paga a usted”, respondió Uribe ante la nueva invitación del ex alcalde.



La marcha por la vida que se realizará el 8 de Marzo, a la cual asistirán varias personalidades de la política colombiana y miles de Colombianos, tal vez el único error de Mockus haya sido invitar a un personaje que solo lucha y vive por desestabilizar el proceso de paz, y más que el proceso de paz que se adelanta en La Habana, busca desestabilizar cualquier intento por luchar por la vida y de manifestación en contra de cualquier tipo de guerra.

Las de hoy son declaraciones llenas de rencor y de veneno, que alguien le diga a este personaje que la Marcha programada por Antanas Mockus, no está ligada directa ni indirectamente con el proceso de paz, lo que busca es que todos los colombianos nos manifestemos a favor del más importante de todos los derechos humanos. Hubiera sido muy bueno que todos los jefes de los partidos políticos asistieran y demostraran su compromiso por una Colombia mejor, pero está claro que con el bélico Uribe no se puede, recordemos que su plan de gobierno era para la educación guerra, para combatir a  las FARC guerra, para la salud guerra, mejorar las  relaciones internacionales guerra.


La invitación es salir  a marchar este 8 de Marzo, con esto le demostramos al ex presidente Uribe que los que defienden la vida en este país son la mayoría, sin importar el partido político. Se declara perseguido, mientras persigue la vida y la paz.

                                                                                Por:EDWIN     MELO   Redacción Marginados


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