Lo que debería ser un motivo de orgullo, para la mayoría de
ciudadanos se ha convertido en un capítulo más de la novela Alcaldía vs Medios
de comunicación, mientras la mayoría de
sectores apoyan que se realice la Consulta Popular Antitaurina el 25 de octubre
otros como la Registraduria Distrital se empeñan en dilatar el proceso a como dé
lugar.
El Concejo de Bogotá, órgano legislativo de la capital
colombiana, aprobó en julio pasado preguntar en consulta popular a los
ciudadanos si están o no de acuerdo con que se realicen corridas de toros y
novilladas en la ciudad, desde ese entonces solo quedaba buscar fecha y
recursos para que los Bogotanos expresen su opinión democráticamente.
La fecha propicia es el 25 de octubre ya que el mismo día se realizarán elecciones locales
y regionales en las que se elegirán a 18.600 cargos entre gobernadores,
alcaldes, diputados, concejales y miembros de juntas administradoras locales. ¿Por
qué seguir dilatando el proceso señor registrador? ¿Por qué tanto miedo a que
el pueblo inconforme se manifieste?
La ultima excusa y la más majadera y mentecata de todas
es el costo que tiene dicha consulta, cuando todos sabemos que si esta consulta
se realiza en otra fecha los costos se incrementan en gran magnitud. Los que
hablan de un alto valor son los mismos que callan ante al súper incremento de
los sueldos de los congresistas, o los que no dicen nada ante las decisiones
judiciales que pueden llevar a los integrantes del “carrusel de la contratación”
en pocos meses a la libertad.
Por ahora los antitaurinos pueden celebrar pues ya ganaron la primera de
las batallas, la financiación correrá por cuenta de la Administración
Distrital, solo queda invitar a todos para que participen de este medio democrático
ya que el umbral requerido es 1´833.000 ciudadanos.
Si no eres parte de la solución, eres parte del
problema.
Redacción Marginados: Edwin Melo
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