lunes, 17 de agosto de 2015



Sin muerte digna para el Poeta.

Que gringo ese,  a sus 40 años de edad  se asilo en un lugar  del  cuento  llamado infierno, para reunirse con lo muertos del barrio Morgue,  confrontar su corazón  delator y  encontrar respuesta en Homero, Ovidio y Cicerón. Entre alucinación y  botellas, encuentra el refugio de sus melancolías, tristeza humana con llanto de una muerte esperada, esa única,  dio  calma a la pluma de un adoptado, huérfano a los 4 años de  patria y hermanos, formo un  carácter de soñador realista,  una realidad en tierra que destierra al pensado, un gato negro de mal presagio. Que no se acepta el dinero sucio cuando es mendigado para el bastardo, fuerte utopía literaria de la poesía contemporánea, bueno, de su contemporaneidad, reflejo para el mundo de  literatura mística, perteneciendo a las milicias Estado Unidences,  tras  2 años de estar enlistado  escribió “Tamerlan y otros poemas”, el Bostoniano  expulsado por desacato, opto por el periodismo como trabajo, luego pidiéndole al cuervo dejara en paz su soledad, inspiro un grito de silencio  en el manuscrito hallado en una botella , esa botella que acompaño sus letras, conocido por su diatriba sátira al gobierno estadounidense  como director de redacción de la revista  Burton's Gentleman Magazine  (Revista para caballeros de Burton)  luego vendría para el artista sin un peso,   afrontar la crisis económica que lo llevo a Filadelfia, vivir entre mortales, la paradoja de caminar  en dos lugares, pedirle al alma viajar en el soneto,  pero amarrarse  entre la carne y los huesos. Practicar en vida lo que razonó de vivirla, lo llevo al portal del opio y  recoger semillas del hombre que altero su mente y vivió las líneas. Balancearse entre versos con demonios, ángeles e invierno  quienes  en la  exaltación de la  tuberculosis reclamaron  su mayor recuerdo, sentirse solo,  inspiro a los enigmas de su cabeza cual máquina de producción  de epopeyas, tal vez no era sangre lo que salió en su doncella, ese fue el contrapunteo  de los párrafos, ¡victoria a quien mejor escriba¡, por un lado Poe y por el otro un alma nutrida de pesares, quiso encontrar  explicación y fue a buscarla en el infinito a encontrarse con los amigos que para siempre se han ido, sin muerte digna para el poeta, que su escritura enseña a vivir mirando tras los ojos de una realidad enferma, con la que no compartió razones ni esquemas sin muerte digna para el poeta ni suicidio ni abstinencia, encontró la tranquilidad a sus penas como  el principal personaje de la prosa  que hoy cuenta.

…Desde mi hora más tierna no he sido
Como otros fueron, no he percibido
Como otros vieron, no pude extraer
Del mismo arroyo mi placer,
Ni de la misma fuente ha brotado
Mi desconsuelo; no he logrado
Hacer vibrar mi corazón del mismo modo
Y, si algo he amado, lo he amado solo…
Fragmento: Solo, E. Allan Poe.


POR: GIOVANNY OSPINA 

LA INDUSTRIA DE LA PSIQUIATRIA

La psiquiatría ha sido definida como  una de las ramas de la medicina que estudia diferentes trastornos mentales con el objetivo de solucionar, diagnosticar y tratar las personas que sufren de ello. Sin embargo con el fin de clasificar las enfermedades en amplias variaciones de signos, síntomas, hallazgos anormales, circunstancias sociales y causas externas  las cuales causaran daños y enfermedades  se creó el llamado DMS (Manual Diagnostico y estadístico de Enfermedades Mentales)  donde se encontrarían diferentes diagnósticos, pero con el tiempo se descubrió  el secreto que guardaba este reconocido manual. Lo que muchos  no sabían es que este equipo  científico médico, los cuales crearon este manual, escogían las enfermedades por votación para poder añadirlas a este manual y así determinarla como una de las enfermedades que se denominarían como un trastorno mental.


 Sin embargo el DSM  se elaboró a partir de datos empíricos con el objetivo de mejorar la comunicación entre clínicos e investigadores diversos. Por tal motivo  no había explicación de patologías ni la proposición de  ideas para llevar a cabo un   tratamiento farmacológico o psicoterapéutico. 
También se involucró a Sigmun Freud, un médico y neurólogo austriaco. Se interesó principalmente en la histeria según en DSM IV (trastorno de la convención) definido también como un trastorno disociativo (trastornos de la conciencia) enfocado principalmente en el comportamiento del ser humano y problemas neurológicos. Aunque después esta clasificación de enfermedad fue descartada de la  psiquiatría y se denominó de diferentes formas como: Psicosis y neurosis. Este médico tan conocido por su estudio en la neurosis, en el fondo de la investigación se puede evidenciar que en los tipos de trastornos estudiados por él, no se han descubierto diagnósticos médicos en los cuales se les pueda llevar el respectivo tratamiento.

Si bien es cierto que según los criterios médicos,  el comportamiento del ser humano  se regula  por equilibrio de procesos químicos para que el cerebro funcione correctamente como  con una pastilla fármacos psicotrópicos y otro tipo de sustancias. También es cierto que donde no hay causa y efecto en cualquier tipo de tratamiento médico no puede haber un resultado positivo.

Es así como se identifica con claridad que el tema psiquiátrico es un negocio de la industria, donde por medio de diferentes medicinas,  se mantiene el control de las personas que padecen este tipo de enfermedades y así no lo sufran los equipos científicos dictaminan una enfermedad para lucrarse con los ingresos de este tipo de droga. Crean mercados grandes donde le dan más nombres a los problemas de la  vida, que a las propias enfermedades diagnosticándolos como trastornos médicos.

Así es como se puede preguntar así mismo ¿cómo medicar algo que no existe? Aun sabiendo que los “procesos químicos vitales para el cerebro” pueden traer consigo efectos secundarios como: Pérdida de apetito, debilidad física y mental, cansancio crónico, timidez, altibajos, entre muchas otras. Al final el sufrimiento lo poseen las familias, convencidas de que por medio de fármacos y demás la cura será efectiva y rápida, metidos en una burbuja creada por una falacia médica. 


POR: DAYANA RUIZ